Al cumplir 33 años, y después de dedicarme a crecer profesionalmente en una gran empresa, decidí volcarme en aquel oficio que mi madre, mi abuela y mi bisabuela habían ejercido toda la vida. Ellas habían trabajado como costureras desde jóvenes perfeccionando su buen hacer y ese amor por la costura que siempre les ha acompañado.
Desde pequeña he visto cómo ellas trabajaban, hilvanaban, probando y dibujando las medidas directamente en la tela. Partiendo de esa base me propuse dar un siguiente paso, estudiar y dedicarme a ello como patronista profesional, dando continuidad a tantos años de dedicación familiar.
Durante mi vida profesional he aprendido a trabajar en equipo, bajo presión y a adaptarme a los cambios con facilidad. De ellas he aprendido la pasión por el oficio y la máxima de que una prenda siente bien. Omá atelier es un homenaje a las mujeres de mi familia, a la tradición de modistas que me preceden y de las que me siento muy orgullosa.